PUBLICIDAD

Welcome to videoedicion.org (v8.3). Please login or sign up.

28 de Marzo de 2024, 23:54:20

Login with username, password and session length

Temas Recientes

515 Visitantes, 0 Usuarios

Compra y colabora

Si usas estos banners para hacer tus compras, recibiremos una pequeña comisión. ¡Gracias por colaborar!


 




Código VID15 para
un 15% en planes anuales


La importancia de contar con una Biblioteca

Iniciado por Ariel Garcia, 04 de Febrero de 2009, 23:37:07

Tema anterior - Siguiente tema

Ariel Garcia

Hola amigos.

Si bien el término "Biblioteca" nos llega del griego: biblion (libro) y thekes (caja) la acepción moderna hace referencia a cualquier recopilación de datos recogida en otros formatos, incluídos medios electrónicos.

Recuerdo que, siendo un niño (de esto hace ya muchos años), había en la casa paterna una biblioteca; al menos así llamábamos a un armario desvencijado y atestado de libros sin un orden aparente: podíamos encontrar a Sherlock Holmes recostado sobre Arsenio Lupin o a John Locke junto a Héctor Gagliardi.

Yo no comprendía muy bien por qué este mueble y el pequeño espacio con olor a papel viejo en el que estaba ubicado, al que llamábamos: "piecita vacía", compartían su nombre con ese otro lugar que se alzaba a unas tres o cuatro calles de mi casa y en cuyo frente rezaba: "Estímulo al estudio". Con el tiempo supe que al menos dos de las diferencias eran la cantidad de libros y la figura persistente de un serio bibliotecario que nos marcaba "silencio" con el dedo índice cruzando los labios.

Desde aquella pequeña habitación familiar, donde se guardaban los libros, viví cientos de aventuras: trabé amistad con Tom Sawyer (recuerdo que fue el primer libro que mi padre me regaló) y compartí mi pipa con él y nuestro amigo Huck Finn; fuí el otro superviviente del barco mercante que naufragó cerca de la desembocadura del río Orinoco y quien acompañó a Robinson Crusoe en la soledad de aquella isla deshabitada; ya adolescente me convertí en el compañero de Odiseo, vagando por las costas del Mediterráneo, y recuerdo haber huido con algunos rasguños de las rocas que lanzaba el ciego Polifemo; un poco mayor descubrí, con cierta congoja o desazón, que no todas las aventuras culminan con un final felíz y que: "Nunca Más" podía superar, por varios cuerpos, cualquiera de las historias de terror producidas por la literatura del género.

Mucho después, al crear una nueva familia, no quise que en mi nueva casa faltara una biblioteca, aunque esta es mucho más amplia que la de aquella añorada "piecita vacía".

Hoy creo que los libros me dejaron mucho de lo que no puedo comprar con dinero: me han enseñado a meditar y discernir, a escuchar la voz de pensadores muertos mucho antes de que yo naciera, mientras profundizaba sus razonamientos y reflexiones; a unir conclusiones y crear las mías y, aunque todo esto y muchísimo más pude aprenderlo mejor, entendí que cualquier libro guarda relación con la verdad; por que, como asegura Ricardo Piglia, no hay un campo propio de la ficción. De hecho todo se puede ficcionalizar. La ficción trabaja con la creencia y, en este sentido, conduce a la ideología, a los modelos convencionales de realidad y por supuesto también a las convenciones que hacen verdadero (o ficticio) un texto. La realidad está tejida con ficción.

Todo realizador de videos pretende evolucionar en los aspectos concernientes a su oficio. Leer también nos abre el camino para el ejercicio de la representación, acercándonos una idea más ordenada en lo referente a la concatenación de los planos y esquemas visuales, ya que estos han sido imaginados, antes, a través de la lectura.

Saludos.

Topillo

Magnífico prólogo para inaugurar esta biblioteca amigo Ariel. Es honroso que una persona que cuida y mima la palabra como tú haya escrito el primer capítulo de esta biblioteca que espero sea cada vez más y más grande. Un abrazo.

JUAN MANUEL PORTABELLA

Hola amigos!

Me uno a las alabanzas del Sr. Topillo sobre nuestro incomparable maestro de la dialéctica.

Amigo Ariel, que verbo más exquisito tienes, se nota que aprendiste mucho de tus constantes visitas a aquella "piecita vacía".

Me siento muy orgulloso de tenerte tan cerca como compañero. Es una verdadera delicia poder leer siempre tus elaborados comentarios porque en cada uno desprendes sabiduría...

A la juventud de hoy día (y hablo en general) parece que le cuesta bastante tener que leer a los clásicos... y es un verdadera pena. Porque a parte de aprender de ellos lo más esencial y elemental de la vida, nos ha servido también para tener un juicio de valor más poderoso, manifiesto en muchas ocasiones en el poder mantener conversaciones de casi cualquier tema con la tranquilidad que sólo proporciona el conocimiento.

Espero y deseo que esta Biblioteca sea un buen inicio para todas aquellas personas que no pudieron acceder a una en su día y que ahora tienen la ocasión de recuperar ese tiempo perdido.  

Un fuerte abrazo.
"Hacer preguntas es prueba de que se piensa"  TAGORE (Poeta y filósofo bengalí del s. XIX)

Ariel Garcia

#3
Cita de: juanma_porta en 06 de Febrero de 2009, 01:53:40

A la juventud de hoy día (y hablo en general) parece que le cuesta bastante tener que leer a los clásicos... y es un verdadera pena. Porque a parte de aprender de ellos lo más esencial y elemental de la vida, nos ha servido también para tener un juicio de valor más poderoso, manifiesto en muchas ocasiones en el poder mantener conversaciones de casi cualquier tema con la tranquilidad que sólo proporciona el conocimiento.


Es cierto Juanma, estoy de acuerdo con tu reflexión.

Otro de los aspectos verdaderamente importantes relacionado con el lenguaje sería la posibilidad de proyectarlo, en nuestra imaginación, como una inmensa pared repleta de orificios (la apreciación y el ejemplo son personales); tales aberturas vendrían a representar las palabras, percibidas como "bocas" (o "puertas") para acceder a una franja de la historia. Al redescubrirse parte de la ciudad de Pompeya, sepultada bajo la ceniza del volcán Vesubio en el año 79 d.C., quedaron expuestos a la vista más de 10.000 graffiti, textos escritos a mano sobre las paredes de la ciudad. A través de ellos logramos introducirnos en aspectos de la vida cotidiana de aquellos hombres y mujeres.

Desde otro perfil, aunque respondiendo al mismo esquema, en el libro: "Estética de la creación verbal " escrito por Mijail Bajtin podemos leer su concepto de "enunciado"; entre otros temas relevantes, el crítico ruso observa que tanto una larga frase como "sólo una palabra" pueden constituir un enunciado, contenedores de un plus de sentido; se refiere a las palabras (y al tono y cadencia con que las dotamos en el lenguaje hablado) como referentes del contexto y horizonte comun de los hablantes. En otro artículo me extenderé sobre este tema.(*)

Si me escapo por el "orificio" en el que está escrito: "Trabajo", puedo enterarme que esta palabra quizá provenga de tripallium (tres palos). Tripallium se refiere a un yugo en el que los esclavos eran amarrados y azotados, se aplicaba como castigo; es decir que la palabra se asocia con "dolor". Algunos eruditos están en dasacuerdo con esta etimología y arguyen que es falsa, relacionándola con la actividad de los siervos, opuesta a las tareas más "nobles" que llevaban a cabo "hombres libres". De cualquier manera este ejemplo cumple la función que pretende: introducirnos en un trocito de la historia escondida detrás del término, esta práctica es también una posibilidad de conocer e interesarnos por seguir aprendiendo.

Otro claro ejemplo sobre cómo una sola palabra encierra mucho más de lo evidente es el término: "ramera", aplicado a las chicas que ejercen la profesión más antigua:

La hieródulas eran sacerdotizas del mundo grecorromano; al llegar determinadas fechas, consideradas sagradas, mantenían relaciones sexuales con ciertos hombres que se acercaban a ellas; estos festivales tendían a decorarse con flores y "ramos". Al pasar el tiempo, imitando esa tradición, las prostitutas de la Edad Media marcaban las puertas de sus casas con "ramos" de flores, para que nadie confundiera la entrada en caso de necesitarlas; de allí el nombre "ramera". Agrego que el "foquito rojo", tradicional en los burdeles, nos lleva a la costumbre de los trabajadores de ferrocarril más modernos, quienes los colgaban en la puerta de los prostíbulos, mientras aguardaban la salida del tren.

Espero que haya resultado interesante.

Saludos Topi y Juanma; gracias por todo.

(*) https://videoedicion.org/foro/index.php?topic=55578.new;topicseen#new

PUBLICIDAD

El spam de este foro está controlado por CleanTalk